lunes, 10 de octubre de 2011

Algo más que complicado.

A veces hay que decir las cosas, porque no somos adivinos. Expresar lo que sentimos de una manera o de otra , eso da igual, el caso es sacarlo de dentro. Pero muchas veces no lo hacemos, por miedo a equivocarnos , a que nos rechacen, por vergüenza o por evitar hacer daño a alguien. Puede que lo hagas y te equivoques, que lo hagas mal o simplemente no hagas ni digas lo correcto. No existe un porque para explicarlo. Pero tampoco hay un porque para sentirte mal , como una mierda, como un cero a la izquierda. Irte a dormir sin querer levantarte al  día siguiente, quedarte sin ánimos de nada. Y menos que te lo hagan sentir. Siempre es el orgullo el que gana este pulso, sentirse más o menos. Pero tal vez a veces hay que ganarle. Puede que mucha gente piense que es una bobada , que no vale la pena, que incluso no tenga nada que ver. Pero sí , tiene algo que ver y puede que sea una de las cosas más importantes a la que ganarle no es cuestión de fuerza sino de valor. Quizá todo esto tenga una explicación y es que  hacemos de la cosa más sencilla una situación complicada.

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